Luces y sombras de Michelangelo Merisi da Caravaggio, nacido en Lombardía a finales del siglo XVI y trasladado a Roma por amor al arte. Afectado por un carácter orgulloso e irascible, así como por una forma de malaria que le afectará durante casi toda su vida, Michele experimenta y registra primero la crueldad del hambre, las reyertas en los burdeles, los ahorcamientos públicos en la ciudad eterna y, sólo después, la magnanimidad del cardenal Del Monte, un eclesiástico ilustrado, cercano a la noble Costanza Corona (Elena Sofia Ricci), que a su vez protege y favorece al pintor desde una edad temprana.
Sin embargo, su pasión por Fillide (Claire Keim), una cortesana, le lleva a chocar con su protector Ranuccio Tomassoni (Maurizio Donadoni), obligándole primero a ir a la cárcel y luego a huir por asesinato, a pesar del éxito que sus obras empiezan a alcanzar en todas las cortes y mecenas.
Mientras sus amigos interceden ante el Papa para que lo indulte, Michele abandona Nápoles y luego Malta para desembarcar en Sicilia, acogido por su íntimo amigo, Mario Minniti (Paolo Briguglia). Dispuesto a regresar a Roma con los cuadros para el Santo Padre, es detenido por error en el puerto de Palo, lo que supone el trágico final de su vida.
El Caravaggio es una obra que evita la deriva estética y el panfleto didáctico, y cuenta con la ilustre colaboración de Vittorio Storaro, tres veces oscarizado «autor de la fotografía», que tiene una deuda de gratitud con el pintor, que se ha dedicado al estudio de la luz y el color por su amor.
Dirigida por Angelo Longoni, con guión de James Carrington y Andrea Purgatori y música de otro ganador del Oscar, Luis Bacalov (Il Postino), la película parte del nombre de artista maldito que rodea al mito del protagonista para hacer de la ambivalencia y la contradicción su marca de fábrica. Amante omnívoro pero incapaz de establecer vínculos, artista sensible pero iracundo, firme creyente tanto en las Sagradas Escrituras como en la materia de la realidad, incluso en sus aspectos más sombríos, Caravaggio es admirado por su talento y detestado porque pinta santos con rostros de parias, madonnas con rasgos somáticos de prostitutas.
En el centro de la historia está la imposibilidad de conciliar su naturaleza humana, carnal e inestable, con la arrogancia de su genio. En el centro de la forma, el poder de la luz, que altera todas las formas que inviste, da vida a las figuras a partir de la oscuridad y permite la existencia del propio cine.
Marianna Cappi
Fonte
Géneros: drama – histórico
Reparto
Alessio Boni: Caravaggio
Claire Keim: Fillide Melandroni
Jordi Mollà: Francesco Maria Bourbon del Monte Santa Maria
Paolo Briguglia: Mario Minniti
Benjamin Sadler: Onorio Longhi
Elena Sofia Ricci: Costanza Colonna
Sarah Felberbaum: Lena
Ruben Rigillo: Fabrizio Colonna
Banda sonora de Luis Bacalov