Los amores de Jannacci, que florecieron entre los viajeros que se desplazaban entre los suburbios milaneses y las fábricas del milagro económico, tienen todos un epílogo triste; o si tienen uno feliz, nadie se da cuenta, porque los «pobres cristianos» forman parte de la multitud anónima descrita en La mia gente: «Mi gente, mi gente muere y nadie se da cuenta»; personajes que «los dejan morir detrás de una chimenea». Es evidente en esta canción, y además declarada, la deuda que Jannacci tiene con Jacques Brel.
Fuente
Género pop
La Mia Gente
70 Persone
Il Duomo di Milano