Entre Turín y Pisa se desarrolla la vida de un profesor de derecho universitario de éxito social y profesional. Dotado de una gran inteligencia y de un encanto esquivo, el hombre y el profesor llevan una existencia «retirada» que a veces roza los lechos de amantes ocasionales. Decidido a controlar la realidad y mantenerla cuidadosamente a distancia, se ve implicado en la muerte por suicidio de un estudiante. El chico, obsesionado por la vida del profesor, ha registrado escrupulosamente sus lecciones, su comportamiento, sus costumbres…
La fuerza del cine de Emidio Greco, y en este sentido L’uomo privato no es una excepción, reside en su esencialidad estilística, su desarrollo narrativo racional y su valiente antiespectacularidad. Su cine, eminentemente literario, se sirve esta vez de un tema original escrito por el propio autor.
En el centro de su historia se encuentra un profesor sin nombre, elegante e introvertido, que mantiene los ojos abiertos pero que acaba con la mirada de quien camina por la realidad en estado de trance. Todo lo que se desarrolla ante él, los alumnos en el aula, los amantes, los amigos, los colegas, tiene las características de un (mal) sueño, que su lógica simplificadora no puede «ver» y comprender. En la película sólo hay un hombre que «existe», los demás no «son».
Único protagonista y espectador de su propio sueño, el hombre privado (y perfecto) de Tommaso Ragno avanza por la fuerza de la inercia en un viaje que contempla acontecimientos imprevistos: la muerte de un alumno. Acosado y espiado sin pudor, el profesor permanece ciego a la evidencia, incapaz de captar las señales, descifrar los códigos, leer los símbolos. Esa muerte prematura le priva para siempre del control de la realidad. La presunción de racionalidad y positividad se disuelve en una insospechada propensión al vértigo en él.
La película de Greco, conceptual y rigurosa, no dice nada con palabras y lo dice todo con imágenes. Al acentuar la parte «dicha», el director privilegia la dimensión pública de la historia, sumergiendo al «hombre privado» en la cháchara redundante y sin sentido de los «salones» y en el abismo de la conciencia.
Marzia Gandolfi
Género: drama
Reparto
Tommaso Ragno: l’uomo privato
Myriam Catania: Silvia
Giulio Pampiglione: el chico suicida
Mia Benedetta: la mujer morena
Ennio Coltorti: el comisario
Mariangela D’Abbraccio: Carlotta
Vanessa Gravina: la periodista
Vanni Materassi: el padre
Catherine Spaak: la ex amante