Es la canción que en 1960 marcó el debut en el mundo de la canción de Nico Fidenco.
La canción formó parte de la banda sonora de la película I delfini, de Francesco Maselli, protagonizada por Tomas Milian y Claudia Cardinale. En realidad, en la banda sonora debía figurar Crazy Love, de Paul Anka, pero ante la astronómica suma exigida por quien poseía los derechos musicales, recurrió a una canción casera hecha especialmente para la película.
Y fue un verdadero éxito. La canción alcanzó el número uno en las listas de ventas, poniendo de relieve el talento de este nuevo artista, elegido tras varias audiciones.
El disco tenía una peculiaridad: en una cara Fidenco cantaba en inglés y en la otra la misma melodía en italiano.
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Género pop