«Cristo murió entre dos bandidos!» grita Klaus Kinski a un sacerdote, antes de matarlo. El terrateniente, a punto de ser ejecutado por los peones, pregunta: «¿Es porque soy rico?»; ellos responden: «No, es porque somos pobres… queremos la tierra». Y de nuevo: el personaje interpretado por Gian Maria Volonté, estupefacto por el lujo de una casa patricia, se rasca inmediatamente el escroto. Furia proletaria, una alegoría del imperialismo norteamericano (con asesinos de la C.I.A.), divertidas vacilaciones y un robusto mensaje moral en el final: «Si tu dios es el dinero, quizás salves tu vida pero no tu alma». Con Damiano Damiani el spaghetti-western se vuelve político, atravesado por una ideología que es un híbrido entre el marxismo y el cristianismo. Se respetan todos los elementos estilísticos del género: personajes pintorescos, feos, sucios, malos, atrevidos y cobardes; un tiroteo que sigue a otro; mujeres y vino, ironía, épica y giros argumentales.
Fuente
Género: western
Reparto
Gian Maria Volonté: Chuncho
Lou Castel: Bill Niño Tate
Klaus Kinski: El Santo
Martine Beswick: Adelita
Banda sonora de Luis Bacalov
Quién sabe?