Don Milani il Priore di Barbiana

Dirección Andrea y Antonio Frazzi

1997

Luis Bacalov Don Milani iI Priore di Barbiana Frazzi Castellitto

Se trata de una miniserie televisiva en dos partes producida por la RAI de la que se hizo una película para cines. Narra las experiencias pastorales y pedagógicas de Don Lorenzo Milani, de la fundación en Barbiana, en Mugello, de una escuela popular a tiempo completo basada en el trabajo en grupo y en innovaciones pedagógicas intuitivas. Don Milani, que había llegado a Barbiana, había observado la penuria social y la pobreza de las clases más humildes de la zona, la falta de trabajo y la falta de oportunidades para que los niños de las montañas pudieran ir a la escuela. Era consciente de que sólo con la educación podrían liberarse de la pobreza, encontrar trabajo, evitar la explotación. Era un sacerdote incómodo. Experimentó amarguras e incomprensiones tanto en el ámbito eclesiástico como en el de la cultura bienpensante de la época. Don Milani estaba enfermo, le quedaba poco tiempo de vida. Regresó a su parroquia de Barbiana y recorrió con la memoria los acontecimientos que marcaron su trayectoria, desde la creación de la escuela de San Donato di Calenzano, pasando por la experiencia didáctica con los hijos de los campesinos, la notoriedad y la polémica sobre sus métodos, hasta la preparación de Carta a un maestro, su testamento pedagógico, impreso póstumamente y convertido en un clásico de la literatura del siglo XX.

Don Lorenzo Milani es ya un clásico de la literatura y la pedagogía contemporáneas. Sus «métodos» didácticos y pedagógicos gozan de reconocimiento universal y forman parte de la práctica cotidiana de muchas escuelas. Más allá de su biografía personal, aunque interesante, de gran hombre de cultura y de sacerdote devoto y obediente a la Iglesia, pero aún más a las enseñanzas evangélicas que quieren en primer lugar a los más débiles y humildes, en la ficción y en la película basada en ella, son sus intuiciones e innovaciones pedagógicas, su compromiso con una escuela verdaderamente abierta a todos los que surgen. Don Milani enseñaba a los niños, ante todo, a hablar. Estaba convencido de que sólo enriqueciendo su vocabulario podrían competir con los maestros, más fuertes no sólo económicamente, sino también culturalmente. Cada palabra, por tanto, tenía que ser analizada, comprendida y expresada de la manera correcta para ser eficaz. A partir de ahí, largas discusiones y verificaciones hasta la constatación de que un texto podía tener toda su validez estructural, su contenido, su mensaje. No libros de texto, por tanto, sino construcción de los mismos, fruto de innumerables lecturas, investigaciones y experiencias personales de cada aspecto de la realidad que pudiera ser útil en la vida. No libros de texto, pero tampoco aberrantes, aburridas y autoritarias conferencias de profesores remilgados y llenos de prepotencia, dispuestos a verter conocimientos abstractos, a menudo inútiles y alejados de la vida cotidiana, e igualmente dispuestos a suspender a sus alumnos si no están adecuada y suficientemente preparados según sus parámetros. Una imagen de escuela autoritaria y elitista hecha para los «Pierino», hijos del médico a la que el prior de Barbiana se opuso enérgicamente y denunció radicalmente junto con sus alumnos en Lettera a professoressa (Carta a una profesora), libro publicado póstumamente, en 1970, considerado con razón su testamento pedagógico.
Otro aspecto que se desprende de la película y que no debe subestimarse es la característica de su escuela. Era privada, pero no confesional. Acogía a todo el mundo independientemente de sus creencias religiosas y de su estricta observancia. Sobre todo, acogía a los hijos de los campesinos y de los minusválidos, a todos aquellos que por diversas razones hubieran podido quedar excluidos de la escuela pública, reuniendo así todas las características de una escuela pública consagradas por la Constitución en sus artículos 33 y 34. Don Milani era un hombre y un sacerdote incómodo. Hubo mucha disidencia dentro de la Iglesia y del mundo bienpensante, tanto católico como laico. En la propia Barbiana llegó como un castigo. Se pronunció contra los capellanes militares a favor de los objetores al servicio militar. Le obligaron, cuando su escuela adquirió notoriedad, a no asistir a reuniones y conferencias. No aceptaron su actitud «sesentayochista», esa cultura que, tras su muerte, degeneró, dividiendo a los jóvenes y a la política italiana, incluso cruelmente, y que él nunca habría compartido. No le perdonaron su determinación, el haberse puesto del lado de los más débiles, de los pobres, de los obreros, de los parados, contra toda injusticia social, y el haber declarado con firmeza que la educación es ante todo democracia, liberación del servilismo y de la explotación.

Fuente

Género: biográfico

Reparto
Sergio Castellitto: Lorenzo Milani
Roberto Citran: Adriano Milani
Ilaria Occhini: Madre de Lorenzo Milani
Gianna Giachetti: Eda
Evelina Gori: madre de Eda
Adelaide Foti: profesora
Adelmo Togliani: Francuccio
Arturo Paglia: Michele
Lorenza Indovina: Adele Corradi
Andrea Nannelli: manifestante comunista
Roberto Faggi: director
Francesco Prando: escritor

Banda sonora Luis Bacalov

Luis Bacalov Don Milani iI Priore di Barbiana Frazzi Castellitto
Luis Bacalov Don Milani iI Priore di Barbiana Frazzi Castellitto
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