Quentin Tarantino la menciona entre las películas de acción que más le gustaron. El protagonista es Harry Baer, un actor alemán de origen fassbinderiano doblado aquí en dialecto romano. Le acompañan la vieja gloria Jack Palance (que tuvo discusiones con Di Leo porque se negaba a actuar sin mirar a los ojos a sus interlocutores, como le había pedido el director para dar oblicuidad a su personaje), el poco expresivo Al Cliver (no en vano Fulci le llamaba «Tufus»), la otra vieja gloria Edmund Purdom, Gisela Hahn y, en el papel más humorístico de la película, siempre listo con una ocurrencia como cualquier napolitano que se precie, el bueno de Vittorio Caprioli. Di Leo sabe dirigir manteniendo la atención, filmando una lograda persecución a pie (bien apoyada por la música de Luis Bacalov, que alterna piezas casi de western con momentos en perfecto estilo Dario Argento) y una acrobática persecución en moto (se recurrió al campeón del mundo de motocross). El guión es interesante, los diálogos escasos y esenciales (salvo en el caso de Caprioli, auténtico comodín de la película). Palace es un villano bien dibujado (el «Cicatrizado»), Purdom aún más. Nos gusta la frialdad (esto es tarantinesco) de los crímenes, el asesinato cometido sin ningún énfasis.
Marcel M.J. Davinotti Jr.
Género: comedia crimen
Reparto
Jack Palance: Manzari el Cicatrizado
Al Cliver: Ric
Harry Baer: Tony
Gisela Hahn: Clara, cantante de night-club
Enzo Pulcrano: Peppe
Carmelo Reale: El hombre de Manzari
Edmund Purdom: Luigi Cerchionna
Banda sonora Luis Bacalov